5 de dezembro de 2015

Dizzy for president

El jazz es para mí, el mejor ejemplo de la perfecta sociedad democrática. Mientras un solista toca, es como el presidente elegido.

La sección rítmica lo acompanha lo mejor possible aunque no le guste mucho su estilo, ya que haciéndolo quedar bien, mejora la imagen del conjunto. Cuando esse solista acaba su coro (que por consideración no debe ser excesivamente largo), se echa a un lado y calla, por respeto a lo que tiene que decir el siguiente solista.

Todo lo contrario de lo que sucede en el gobierno, donde el partido de oposición empieza a hacerle la vida miserable al candidato, aún antes que suba al poder!

Decididamente, el Be-Bop y el “Latin Jazz” son más divertidos y mucho más económicos que las campañas políticas, no es cierto?

Paquito D’Rivera (b.1948)

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